Cómo funciona un aspirador de cenizas

Los aspiradores de cenizas no nos resultan todavía tan familiares como otros dispositivos de limpieza como las clásicas aspiradoras de trineo o los más recientes robots aspiradores, por lo que puede que mucha gente no sepa mucho acerca de estos aparatos ni de su funcionamiento. En este artículo, queremos arrojar un poco de luz sobre una de las dudas más recurrentes de los usuarios de estos dispositivos: ¿cómo funcionan los aspiradores de cenizas de pellets?

Y es que, aunque en apariencia se puedan asemejar a las aspiradoras de toda la vida, lo cierto es que su uso principal, así como la manera de funcionar, son algo diferentes. Así que, si a ti también te intriga el funcionamiento de estos aparatos, te invitamos a que tomes asiento y a que te unas a nosotros a lo largo de los próximos párrafos.

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Funcionamiento de un aspirador de cenizas

Lo primero de todo será dejar claro que el uso básico de estos aparatos, como bien nos indica su propia denominación, es el de aspirar cenizas. Estas cenizas pueden ser de barbacoas, estufas de leña o pellets, y otros entornos similares. Y es debido a este uso en particular que el funcionamiento de un aspirador de cenizas debe ser algo diferente del de las aspiradoras de toda la vida, ya que las cenizas cuentan con algunas características que las hacen más difíciles de limpiar:

  • Son muy volátiles: es muy fácil que las cenizas se esparzan por el ambiente si no se las aspira con una gran fuerza de succión, lo que lo cubriría todo de suciedad y haría que el aire se volviese irrespirable.
  • Pueden estar muy calientes: dependiendo del tiempo que lleven las cenizas depositadas, podrían mantener aún una temperatura elevada, lo que haría que limpiarlas con una aspiradora tradicional pudiera conllevar el riesgo de que el calor fundiera las partes plásticas de la aspiradora.

Por consiguiente, el funcionamiento de los aspiradores de cenizas es fruto de algunas de las características más representativas de estos aparatos: su perfecta estanqueidad, su inigualable potencia de succión y sus piezas resistentes a las altas temperaturas.

En los aspiradores de cenizas, se ha puesto un especial cuidado a la hora de sellar todos los conductos del aparato, empezando por la boquilla, pasando por la mangueta y terminando en el tanque o depósito para desperdicios. De esta forma, no hay riesgo de que la ceniza (ni ninguna otra partícula por diminuta que sea) se escape de nuevo al aire.

Para que su rendimiento sea perfecto a la hora de atrapar las livianas partículas de la ceniza y que esta no salga volando por los aires, los aspiradores de ceniza cuentan con potentes motores que ofrecen una capacidad de succión muy superior a la de los aspiradores de toda la vida. Por eso, además de recoger la ceniza, también suelen emplearse estos aparatos para recoger otros desechos más pesados, como arena, hojarasca, cristales rotos o incluso restos de obra.

Por último, hay que señalar que todas las piezas que estarán en contacto con la ceniza (boquilla, mangueta, filtros, depósito, etc.) se fabrican con materiales muy resistentes a las altas temperaturas (normalmente, con metal, en contraposición a los materiales plásticos que se utilizan en las aspiradoras normales y corrientes). Por tanto, un aspirador de cenizas puede trabajar sin problemas con cenizas que lleguen a alcanzar hasta los 50 ~ 60 grados centígrados (algunos modelos más profesionales, incluso más). Eso sí, conviene señalar que estos aspiradores no utilizan bolsa para almacenar los residuos (se quemarían con la temperatura de la ceniza), sino que la suciedad se acumula directamente en el tanque o depósito, que es de metal.

El gran punto débil de estos aparatos está relacionado precisamente con la ausencia de bolsa. Y es que, de esta manera, el filtro se ensucia bastante más que en una aspiradora de las de toda la vida, obligándonos a sustituirlo de manera más frecuente para no perder rendimiento.

El manejo de un aspirador de cenizas sí que se asemeja al de una aspiradora convencional: solo hay que tirar del trineo hacia la zona que haya que limpiar, dirigiendo la mangueta y la boquilla hacia aquello que queramos aspirar, y dejar que el aparato succione la suciedad hasta almacenarla toda en el interior de su tanque. Al terminar, se puede extraer el depósito para deshacernos de la suciedad que contiene, y luego se puede enjuagar para quitar cualquier resto de su interior y mantener el aspirador limpio y listo para su siguiente uso.

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