¿Alguna vez has necesitado realizar un trasvase de agua, y no has sabido cómo hacerlo? Acciones como vaciar una piscina o un acuario se vuelven mucho más sencillas si dominamos las técnicas del trasvasado de agua, que, por otra parte, no son demasiado difíciles de hacer. Solo se necesita una manguera… ¿Y cómo se puede aspirar agua usando una manguera?

Lo cierto es que es más sencillo de los que parece. Tan solo hay que utilizar la presión de la boca o sumergir la manguera, en función de la técnica de trasvase que empleemos. En este artículo, te contaremos un par de trucos para aspirar agua con la manguera, para que puedas ponerlos en práctica cada vez que lo necesites.

Aspirar agua con la boca y una manguera

Este truco seguro que los has visto mil veces en las películas, cuando tratan de robar el combustible a los vehículos (aunque no es recomendable hacerlo con líquidos tóxicos, como la gasolina). A continuación, te explicamos cómo funciona:

1. Coloca un cubo vacío. Habrá que usar la gravedad para pasar el agua de un lugar a otro, por lo que el contenedor del que sacarás el agua tendrá que estar más alto que el lugar de destino (el cubo vacío) al que irá a parar el agua. Por ejemplo, si vas a trasvasar agua de un cubo lleno a uno vacío, coloca el cubo de origen sobre una mesa y el cubo de destino en una superficie estable que esté más baja, como el suelo.
2. A continuación, coge la manguera. Introduce un extremo de la manguera en el cubo de destino vacío. Asegúrate de que llegue casi al fondo del cubo para evitar que se salga. Seguidamente, sumerge la otra punta de la manguera en el cubo que está lleno. Si lo necesitas, puedes emplear un peso para mantener la punta de la manguera dentro del agua. Se puede utilizar casi cualquier tipo de manguera o tubo para el trasvase, pero sería muy recomendable utilizar una manguera transparente para que puedas ver el avance del agua por su interior.
3. Coge la punta de la manguera del cubo o contenedor de destino (el que está en el suelo), y levántala justo por encima del contenedor de agua, para evitar que el agua te entre en la boca. A continuación, coloca los labios alrededor de la punta de la manguera y succiona ligeramente como si estuvieras bebiendo un refresco a través de una pajilla. Eso sí, succiona el agua justo sobre el borde del contenedor de agua, para que el truco funcione. Una vez que el agua alcance el arco de la manguera, empezará a bajar por la misma. Retira la boca e introduce la manguera de nuevo en el cubo vacío. Vigila el avance del agua en la manguera para evitar que te llegue a la boca y puedas tragar algo cuando salga.
4. Habiendo colocado ya la punta de la manguera en el contenedor inferior, verás cómo el agua comienza a fluir hacia el cubo a través de la manguera. Este proceso continuará hasta que se vacíe el contenedor superior o hasta que saques la manguera de cualquiera de los dos cubos.

Trasvasar agua sumergiendo una manguera

Cuando la cantidad de agua que quieres trasvasar es mayor, este otro truco puede resultarte muy útil, aunque requiere algo de esfuerzo. Veamos cómo funciona:

1. Enrolla la manguera en forma de círculo y sumérgela en el contenedor lleno de agua. Asegúrate de introducirla suavemente hasta que esté cubierta por completo, de una punta a la otra. Verás que van saliendo pequeñas burbujas de aire hacia la superficie del agua. Ve despacio para dejar que las burbujas de aire salgan sin problemas mientras sumerges la manguera. Una vez que las burbujas paren de salir, la manguera estará llena de agua y lista para el drenaje. Para cerciorarte de que el aire haya salido completamente de la manguera, agítala un poco antes de sacarla.
2. Una vez que la manguera esté llena de agua, tendrás que bloquear el extremo que vas a sacar del contenedor. Dobla o aprieta la manguera sobre sí misma en la punta, para crear una barrera, o tapónala con el dedo, bloqueando el flujo de agua hacia el exterior de la manguera. La manguera debe permanecer completamente sumergida bajo el agua durante este proceso o acabará teniendo burbujas de aire de nuevo.
3. Saca lenta y cuidadosamente la punta bloqueada fuera del agua. Mantén el dedo cubriendo la punta de la manguera, asegurándote de que la otra punta permanezca siempre bajo el agua. Seguidamente, coloca la punta bloqueada en un contenedor vacío que esté más bajo.
4. Al quitar el dedo de la punta de la manguera, mientras la sostienes ligeramente hacia abajo con los dedos para evitar que se caiga, verás que el agua comienza a fluir. Te sorprenderás al ver cómo el agua se trasvasa desde el contenedor más alto hasta el de más abajo. Si el flujo de agua se para, solo tienes que agitar ligeramente la manguera para recuperar el flujo.